La llamada: Tienes 3 minutos para salvarte by Peadar O'Guilin

autor:Peadar O'Guilin
La lengua: spa
Format: epub
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2022-07-19T13:08:55+00:00

El almuerzo se sirve a la misma hora de siempre, pero el comedor está más concurrido que de costumbre, ya que todos los profesores y veteranos están presentes. Han traído más sillas y varios alumnos de sexto, así como los dos de séptimo que quedan —un chico y una chica —, han tenido que cambiarse de sitio para poder ampliar la mesa presidencial.

Incluso han sacado a Frankenstein del agujero en el que vive, dondequiera que esté, con esos ojos grandes como los de un búho que destacan en su rostro chupado. Picotea su comida como si sospechara que los cerdos no hubiesen hecho bien su labor. A su derecha, el señor Hickey engulle su almuerzo con eficacia militar.

—¡Por las ubres de Dana! —exclama Megan —. ¡Que alguien le meta un embudo por la boca a ese tipo antes de que muera de inanición!

Diane Mallon al final ha abandonado la escuela, así que ya sólo quedan dos veteranos: Shamey y Melanie. Ambos beben sorbitos de algo que tienen escondido bajo la mesa, aunque las malas lenguas dicen que ella está embarazada y que él es el padre. Es absurdo, desde luego. Todo el mundo sabe que su corazón no resistiría un embarazo.

Un poco más al fondo, la señorita Breen, la Pava, alza su diminuta barbilla para recorrer la estancia con la mirada y observa con suspicacia a los alumnos, que sienten el peso de sus ojos. En la mesa presidencial nadie dice nada, ni una sola palabra hasta que el último y asqueroso trozo de «budín de pan» se ha deslizado hacia el interior del estómago de la Pava.

Entonces, ésta se levanta y hace señas a los camareros, que acaban de servir tazas de té de ortiga caliente en las mesas de los de primero, para que se marchen.

—Escuchad —dice entonces la directora.

Y todos prestan atención. Ni siquiera Megan abre el pico.

—Sabemos que ya os habéis enterado de lo ocurrido en la Escuela de Supervivencia de Bangor. Y, claro está, también sabéis lo que sucedió en la de Mallow. Muchos os preguntaréis por qué están pasando estas cosas. Por qué los sídhe, los enemigos de nuestro pueblo, han cambiado su estrategia de asesinarnos poco a poco. Por qué, después de miles de años, se han vuelto tan... impacientes. Pues bien, dejadme que os diga que hay expertos trabajando en ello, repartidos por todo el país. Pero en mi opinión, esa impaciencia es prueba de nuestro éxito. De vuestro éxito. Con cada nuevo superviviente, descubrimos más cosas acerca de ellos, y cada vez son más los que consiguen regresar.

Fuerza una sonrisa, intentando creer sus propias palabras. Como si perder a nueve de cada diez ciudadanos de un país, y con la perspectiva de que siga siendo así en el futuro próximo, fuera motivo de celebración.

—Ahora bien, las cosas deben cambiar en la escuela. Así pues, pasemos a las buenas noticias. Otro de nuestros maravillosos veteranos, Shamey, aquí presente, volverá a casa.

Shamey levanta la cabeza, sobresaltado, aturdido. No tenía la menor idea, pero no protesta.

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